¿Qué viene luego de solicitar el concurso de acreedores?

Poder organizar y fundar una empresa puede ser de las cosas más gratificantes que se puede lograr en el mundo de los negocios. El trabajo es arduo y el capital con el que se debe comenzar puede llegar a ser bastante, pero siempre se mantiene la esperanza de poder recuperar la inversión, y poder saldar las deudas con aquellas personas o entidades acreedoras. Sin embargo, la realidad en ocasiones suele acabar con las expectativas de la gente, y el negocio no va tan bien como se esperaba. Es en estos casos que las deudas son las principales causantes de problemas, ya fueran estas con entidades bancarias o de seguros, como las deudas que se pueden tener con los trabajadores ante la inhabilidad de poder pagarles sus sueldos. Por suerte, las empresas pueden acogerse al Derecho Concursal, también conocido como concurso de acreedores.

¿Para qué presentar un concurso de acreedores?

Pueden existir muchas formas en las que una empresa comienza un concurso de acreedores, pero todas tienen el mismo objetivo: evitar que la empresa se vaya a quiebra; y de hacerlo, buscar la cancelación deudas. Esto no es algo negativo, sino que todo lo contrario: el impacto que puede tener una empresa en quiebra se ve reflejado en los trabajadores que quedan sin sueldo, y en el impacto social de que el negocio ya no preste más sus servicios. Es por estos motivos, entre otros más, que siempre es recomendable comenzar el proceso del concurso de acreedores.
Una vez enviada la solicitud para acogerse a la ley de derecho concursal junto a un equipo de abogados especialistas en derecho concursal, existen ciertas fases por las que la empresa podrá ver afectada su estructura interna para intentar rescatarla de la situación de endeudamiento en la que se encuentra. Cabe destacar que no es necesario que la empresa se enfrente a todas las fases de manera obligatoria, pues en ciertos casos, existen herramientas preconcursales para agilizar los procesos.

¿Cuáles son las fases del concurso de acreedores?

Se puede identificar 1 fase preliminar y 4 fases en el proceso del concurso de acreedores: primero se encuentra el plan de reestructuración, y luego están la fase común, fase de resolución, fase de liquidación y la calificación del concurso. En primer lugar, el plan de reestructuración hace referencia, como su nombre lo indica, a una reorganización del esquema empresarial, pudiendo llegar incluso a tocar los fondos. Este plan de reestructuración sentará las bases de lo que será el concurso de acreedores. Además, en esta etapa es que se debe preparar toda la documentación necesaria para la presentación ante el tribunal.
Ya contando las fases del proceso en sí mismo, primero está la fase común, que comienza cuando se da inicio al concurso de acreedores. En esta fase el objetivo que se busca cumplir es recabar toda la información disponible acerca de los deudores y los acreedores, que luego un administrador concursal pondrá a disposición de las partes. Luego se encuentra la fase de resolución, en donde existen dos opciones para la finalización del concurso: a través de un convenio o de una liquidación. El convenio en este caso conviene pagos a los acreedores, en cambio, la liquidación termina en la disolución de la empresa, y la venta del patrimonio para pagar las deudas. Finalmente, se encuentra la calificación del concurso, donde se establecen las responsabilidades en caso de liquidación de la empresa.
El concurso de acreedores puede ser una herramienta que puede resultar muy útil para rescatar una empresa, cuando se realiza de buena manera. Poder asesorarse con abogados en Valencia y abogados especialistas en derecho concursal es fundamental para presentar el caso ante los tribunales y así poder, al menos aunque sea en parte, rescatar aquello que tantas expectativas pudo haber generado.